Como un perro rabioso

El perro (Como un pero rabioso) es una de las novelas de mas corta extensión del escritor Alberto Vargas Figueroa, uno de esos libros que pueden ser leídos en una tarde de ocio y que puede definirse como "corta pero sustanciosa".

En esta corta novela puede identificarse una marcada insinuación por parte del autor a la humanización de un animal. Pretende incurrir en dos psicologías tan distintas como las de un animal (un perro) -si es que pudiese existir en un animal- y un hombre. Se establece una inteligencia hombre-perro, cuyo resultado es el reconocimiento, por parte del animal, de la autoridad del hombre. Y cual se tratara de un ser pensante, casi racional, el perro no cejará en su empeño de tomar venganza del hombre que mató a su amo.




Es destacable la habilidad del autor para introducirse en la mente de un animal y describir las cosas que este puede sentir,  su sed de venganza y hasta el pensamiento estratégico que puede desarrollar un perro de caza para acechar a su presa.

La lucha hombre-animal que se desarrolla en la novela puede llevar al lector a identificarse con una de ambas partes; bien sea con el hombre o con la bestia. Como obra es muy intimista y los recuerdos y sentimientos de ambos protagonistas ocupan la parte mas grossa del relato.

Los eventos sucedidos a los protagonistas de la obra que son un preso fugitivo y un perro en busca venganza, mantienen al lector a la expectativa de lo que podría ocurrir al enfrentarse ambos en un esperado final.

Pocas veces una novela gira entorno a un animal que persigue a un hombre y ello hace de esta novela una propuesta interesante, arriesgada y  poco convencional.

Recomiendo esta novela para quien todavía gusta leer por entretenimiento, mas hago la salvedad de que la misma dista mucha de ser una gran obra.







Entradas más populares de este blog

Los Indestructibles: Una marca con el sello de Sly

El desarrollo de la Tolerancia al rechazo como factor crítico de éxito en la gestión de ventas.

La libertad continúa en espera. (Artículo de opinión publicado en soma.cr)