Gracias por callarme la boca! Grande Saprissa.
No lo voy a negar, ni me voy a quitar el tiro. Yo fui uno de los miles que en su momento usamos el hashtag #fuerapate
Y el día de hoy, Paté Centeno así como el resto del equipo, me callaron la boca.
Dichosamente fue así!!
Lo más importante y rescatable para mi, de que haya llegado la ansiada copa 35, es el ejemplo que da la directiva, cuerpo técnico, el equipo, pero sobre todo el mismo Walter Centeno, de cómo si se puede cambiar sobre la marcha y hacer modificaciones en el accionar, cuando no se están haciendo bien las cosas y así también generar mejores resultados.
Esta copa 35 deja un buen sabor en un año diferente, en circunstancias particulares, porque queda la agradable sensación -en tiempos difíciles- de que valió la pena creer en un proceso y darle continuidad a jugadores, cuerpo técnico y administración. Y se demuestra que con continuidad, constancia y manteniendo la estabilidad en una idea de juego y en una planilla, pueden lograrse buenos resultados.
Sobre todo, nos da una lección de que los resultados no pueden esperarse de la noche a la mañana, sino que inevitablemente, llevan implícito un proceso. Y sobre todo, que no siempre se debe ceder a los caprichos del exigente, ingrato y muchas veces injusto monstruo de mil cabezas: La afición.
Esto es algo que aplica no solamente para un equipo de fútbol sino para cualquier equipo de trabajo, en cualquier estructura organizacional. Enhorabuena y qué rico que Walter Centeno, el cuerpo técnico, la administración, el moradito Rojas y todos los jugadores me callaron la boca y me pusieron la número 35 en la cara.
Saprissa siempre grande!
Viva el #mostro