La Iglesia y las Guias de sexualidad del MEP
Refiriéndose concretamente al hecho de que el Ministerio de Educación Pública) elabore guías sexuales para ser incluidas en los planes de estudio de primaria y/o secundaria a nivel nacional, debe decirse que no es algo nuevo, sino que viene gestándose desde hace muchos años, sin embargo se viene concretando la eventual puesta en práctica de las mismas en los últimos años bajo el nombre de "Educación para la afectividad y la sexualidad integral".
En este tema hay varios actores involucrados, dentro de los que destacan el MEP, las organizaciones eclesiales, principalmente, la Iglesia católica y la Sala constitucional como ente resolutorio.
Siendo un tema de tanta complejidad y de tantos posibles enfoques, debe decirse de modo muy general que las organizaciones tanto católica como pentecostales han manifestado una postura bien definida y la han hecho valer. Más allá de que se esté o no de acuerdo con dicha posición es importante destacar la férrea defensa de la misma.
En un plano eminentemente pedagógico, se debe buscar lo mejor para los adolescentes que serán sujetos de los programas educativos. Es decir, que dichos programas sean integrales e integradores para el sistema educativo en general, pero principalmente para los estudiantes.
Mal harían las organizaciones religiosas si esa férrea oposición a las guías sexuales la hacen per se, ya que es una realidad casi inobjetable que los adolescentes necesitan educación sexual, dada la realidad social de nuestros días. De mas esta decir que el sexo a tempranas edades deriva en una problemática socioeconómica de gran envergadura y que este, junto a otros problemas sociales pueden y deben ser combatidos desde la trinchera más importante, que sin duda es, la educación.
Ahora bien, si dicha oposición se hace desde una perspectiva reflexiva y consciente (como se quiere hacer ver),tratando de que las guías sexuales sean de mejor calidad, más integrales, mejor estructuradas y tal vez, más adaptables a la realidad educativa costarricense; enhorabuena que surtan efecto la interposición de recursos de amparo a la Sala IV y se aproveche este espacio para reformular los posibles defectos de fondo y de forma que puedan tener estos programas.
Sería importante que se involucren más actores en este proceso, en especial de áreas como la sociología, la psicología y de las ciencias de la educación, pues más que una cuestión de valores morales y religiosos (que tienen un importante peso, por supuesto) esta es una temática que tiene su asidero en lo científico y lo pedagógico.
En síntesis, la participación de las organizaciones religiosas es importante en este tema, pero la misma, debe tener sus límites y apegarse a intereses comunes, no que sean oponentes por el simple hecho de oponerse, sino que también propongan alternativas constructivas y mejoradoras de la realidad social.
