Tarea pendiente: el desarrollo de una escuela autóctona, de una filosofía propia.

Probablemente hubiese querido realizar mi primer post del 2013 con un tema mas general y sobre todo mas optimista que el que traigo a colación, debido a que el mismo se deriva de la monumental derrota de nuestro púgil Bryan "el tiquito" Vasquez contra Takashi Uchiyama por el campeonato mundial en las 130 libras de la AMB.

Y digo que fue una derrota monumental porque no hay otra manera de calificarla. La mejor manera en que puede describirse esta pelea fue como lo hizo el ex boxeador Orlando Hernandez en declaraciones a un programa radial: “La pelea fue de un solo mando, el Tiquito muy lento, nunca lo había visto de esa forma, no sé qué va a aducir ahora su entrenador… Los que dicen que boxeó muy bien, no, no, no, no nos engañemos porque los que conocemos boxeo, sabemos que no cumplió el muchacho con el objetivo… Fue una pelea de una sola persona, en este caso el campeón, que logró llevarla tranquilo sin ninguna dificultad porque no tuvo dificultad en ningún momento ni se vio apremiado por los golpes del nuestro”

No hay mucho que agregar a esto y mucho menos tratare aquí de hacer leña del árbol caído, pero cuando se hace un análisis frió y objetivo de la situación, deben mencionarse aspectos fundamentales relacionados con la preparación boxistica de nuestros representantes.

La ausencia de una filosofía boxistica autóctona en nuestro medio 

Cuando vemos las distintas disciplinas deportivas a nivel internacional, podemos entender que hay países que llevan la vanguardia y marcan la pauta en determinados sistemas de implementacion de sus métodos.

Por ejemplo, para exponer un caso de una disciplina deportiva que todos seguimos en mayor medida; el fútbol. Sabemos que hay grandes escuelas de fútbol que históricamente han llevado la batuta en el desarrollo de este deporte a traves de los años. Para poner dos de los ejemplos mas emblemáticos que pueden existir, menciono a dos polos opuestos: Brasi e Italia.

La escuela Brasileña, siempre caracterizada por su ofensividad, su búsqueda hacia el marco rival, su juego vertical y arriesgado. Hay una frase que siempre caracterizo al fútbol brasileño que es "no importa cuantos goles nos hagan, nosotros les haremos mas"

La escuela italiana es por su parte, la desarrolladora del catenaccio, defensiva por naturaleza con aquellos esquemas de 5-4-1 y 5-3-2 que buscan primero aniquilar y detener cualquier ofensiva rival y luego buscar el contraataque y las opciones de gol.

Ambas escuelas han sido exitosas y han tenido muchos logros históricamente  De ellas se desprenden otras escuelas que han tratado de mezclar elementos importantes de cada una como la argentina, la holandesa o la francesa. El resto de los países menos desarrollados futbolisticamente simplemente tratan de emular lo que se hace en estas grandes escuelas de fútbol y esperar adaptarlo a lo que permitan las condiciones.

Tal como sucede en Costa Rica, donde tenemos 2 décadas de estar discutiendo aun cosas como si nos conviene mas usar linea de 3 defensores o linea de 4 o si debemos usar césped sintético o natural.

En fin, para no desviar mucho el tema, lo que pretendo dar a entender mediante esta analogía es que tanto en el boxeo como en el fútbol o cualquier otra disciplina (deportiva o cultural) es de mucha importancia que puedan desarrollarse una filosofía o una escuela que le de fundamentos básicos a esa disciplina. En el caso de no poder desarrollarse una filosofía autóctona entorno a la practica de una disciplina, se arrastraran falencias de todo tipo por mucho tiempo y se pagara un costo muy alto por ello.

Eso es exactamente lo que le ha sucedido a buenos boxeadores costarricenses que tocan techo muy rápido  en un medio que les imposibilita su desarrollo y es exactamente lo que le sucede ahora a Bryan Vasquez.

Las grandes escuelas latinoamericanas de boxeo tienen su arraigo en Puerto Rico, México  Cuba y en menor medida, Panamá y Nicaragua, sin dejar de lado Argentina que ha crecido a niveles exorbitantes. 

Cada una de estas escuelas con características que las hacen únicas y autenticas.

Los mexicanos son fajadores, los panameños escurridizos, los nicaragüenses pegadores de aguante, los puertorriqueños picaros y bailarines y los cubanos, técnicos por excelencia.

En Costa Rica, definitivamente no hemos desarrollado una idiosincrasia boxistica que permita tan siquiera distinguir elementos potenciadores para nuestros representantes. 

Es incuestionable el profesionalismo en el trabajo de el entrenador Ezequiel Obando, pero la realidad es que eso no es ni sera suficiente ya que en Costa Rica, no hemos logrado desarrollar una escuela de nivel para el desarrollo de nuestros talentos. Podremos alegrarnos de que algunos de nuestros boxeadores obtengan buenos resultados con rivales poco calificados, pero eso no nos hace crecer y lo sabemos bien.

Seria muy interesante poder crear un espacio para la constitución de un congreso de boxeo en el país que sirva de partida para una reinvención estructural y técnica de este deporte y poder aspirar a mas en un futuro. 







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