La Inmortal

La mujer inmortal es dulce.

Es sencilla, sabia, calida e inocente.

Es pura, como pocas...

Dice cosas absurdas e irritantes, pero siempre dice la verdad.

No sabe mentir, no sabe perder, no sabe fingir aunque lo intente con vehemencia, no sabe de juegos raros ni vicios mundanos.

Es grande de espiritu.

Tiene magia en sus manos.

Ha vivido terremotos, guerras, accidentes, amores, engaños, fantasias, sueños, ilusiones y aventuras. Ha vivido cosas muy bellas, y otras no tanto.

No sabe de matematicas, pero resuelve las ecuaciones mas complejas de la vida.

Es medica curandera, administradora profesional del hogar, abogada de justos y villanos, critica de novelas, constructora de vidas, maga de la cocina, ingeniera de la costura, maestra de la jardineria, coleccionista de recuerdos, trotamundos insaciable y la mayor proveedora de amor que jamas ha existido.

Ni todas las calamidades del mundo han podido contra ella.

Ella se burla de la muerte, se rie de ella, le tira besos y le saca la lengua.

Es La Inmortal.

Es mi madre.

Ella, por su propio anhelo, dejo este mundo, donde cumplio su mision a cabalidad y emprendio un viaje hacia una instancia superior. Donde, su unico jefe, Dios, le encomendo otras misiones.

De niño siempre pense que mi madre era inmortal. Ahora me doy cuenta de que estaba en lo correcto. Porque ni la muerte pudo llevarsela...

Ella vive, esta conmigo, me habla, me escucha, me alienta, me da fuerzas, me reconforta, me aconseja, me hace reir y... valla que me hace llorar...

Es parte inherente de mi y lo sera siempre. Siempre va a vivir en mi, ella alla y yo aca, hasta que Dios decida que yo tambien estoy listo para emprender el viaje y reencontrarme con ella.

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