Yo

YO soy Yo y mi circunstancia”

Quizás alguna vez has escuchado esa frase, pero no la entendes, ni te interesa entenderla. Porque carece por completo de importancia.

No te interesa en absoluto ese que llevas en tu interior al que llamas YO.
Te pasas la vida intentando comprender a quienes te rodean, pero no entiendes a YO.

¿Quién soy YO? Te preguntas y no encontras respuesta inteligente a tal cuestión. No queres ni siquiera pensar en YO. Eso implica interiorizar y no tenes la capacidad para ello.

Para lo que si tenes capacidad de sobra es para pensar en ellos, ver sus defectos y virtudes, tomarlos como ejemplo y comparartir con ellos.

No tomas tiempo para estar con vos mismo, porque te molesta la compañía de YO. Preferis estar con otras personas porque tenes miedo de verte solo ante tu propia realidad. Porque necesitas escapar de esa circunstancia; porque no aceptas ese YO que no incluye a los demas, ese YO irreducible, ese que no incluye barras libres, table dances, VIP ni juegos de polvora o palcos en el estadio.

Por eso usas enfermizamente tu motorola y te ciñes al chat de msn cual si fuera un ritual. Pues así podes interactuar con personas ficticias, inclusive con seres inexistentes que se vuelven más importantes que YO.

Antepones el trabajo por encima de YO.

Ese constante escape de YO, hace que encendas tu TV para pasar y pasar canales en el que encontres algo que te distraiga para no pensar en YO. Encendes la radio en busqueda de una voz que te haga sentir acompañado.

Necesitas estar afuera porque ahí es más fácil buscar un escape de YO, te asusta estar adentro porque podes encontrarte con YO. Es preferible encontrarse con el demonio que con YO.

Ante la somera posibilidad de verte a solas con YO, buscas el camino mas sencillo que puede ser visitar un mall para ver escaparates, salir a caminar por Avenida Central o Sabana con la esperanza de encontrar un rostro conocido.

Buscas un lugar público donde podas encontrar a otras personas que también escapan de YO y te ayuden a destruir esa soledad que te carcome.

Vas adonde te lleve el viento, no importa donde o a que, lo importante es estar afuera, lejos de ese ser tan temido, desconocido y hasta despreciable que es YO.

Vas en búsqueda de la nada… esa constante búsqueda de trotamundo que emprendes con el mayor de los ahíncos, sin saber que es lo que buscas.

La busqueda de la nada la llevas a cabo en muchos lugares.

En la playa
En la cantina del pueblo
En el night club de moda
En las fiestas patronales de cualquier cantón
En el casino
En el cine
En Misa

No importa cuantas veces acudas a esos lugares y con cuantas personas te podas encontrar e intercambiar criterios y opiniones, porque la busqueda de la nada continúa perennemente, nunca la encontras.

Algo te dice que eso que buscas esta adentro y no afuera, que quizas la respuesta que esperas encontrar la puede tener YO, pero eso es algo indeseable; en razón de lo cual pones innumerables pretextos para continuar buscando nada afuera.

YO es un trago fuerte y amargo, que al igual que el vodka o el tequila, no te gusta tomarlo puro. Necesitas que se diluya entre otras personas y cosas, para no sentir amargura y para que otras gentes compartan con vos la penitencia de cargar esa cruz que se llama YO.

Pero YO seguira ahí, adentro mientras vos le das la espalda, le huís, lo diluís entre amigotes, partidos de futbol, mesas de tragos, fines de año, bailarinas exoticas y diversión –el disfraz que siempre buscas para tu tristeza interior- .

YO nunca se ira; te acompañara siempre, deseando que le conozcas, que le dediques una pz de tiempo, que compartas algo con el; que tengas el valor y el carácter de enfrentarte a solas con el adentro, sin miedos, sin invitaciones previas, ni colonias caras, ni drogas, ni apariencias que mantener.


GTV

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