GENERIF TRAÑA

Una de las primeras peleas televisadas que recuerdo de mi infancia fue la casi mítica velada de Julio Cesar Chavez vs el Macho Camacho en 1992. A pesar que en aquel tiempo con apenas 12 años de edad yo no apreciaba el box, me gustaba ver a los mejores pesos welter y semipesados de la época  Mis gallos eran, recuerdo: Marvin Hagler, Tommy Hearns y Sugar Ray Leonard, en ese orden específicamente. Aquella noche recuerdo que estaba aburrido de ver a dos tipos, pesos ligeros de los que no sabia absolutamente nada y como no había nada mas en la tv, decidí mirar la pelea con mi hermano mayor, quien recuerdo, si estaba muy entusiasmado con esos dos pugilistas. Dentro de los vagos recuerdos que llegan a mi cabeza estaba Vicente Fernandez cantando el himno de México y un montón de personas en el cuadrilátero cantando. Pero el recuerdo mas marcado que tengo de aquella velada y que de hecho marco por siempre la imagen que tuve siempre de Hector Camacho, era de un tipo excéntrico, casi disfra

Normalmente, suele escucharse como frase popular el que "una imagen vale por mil palabras". Sin embargo, quienes gustamos de la expresión escrita y la verborrea, tenemos como principio el que esa popular afirmación es justamente a la inversa (tal como lo indica el titulo de este post) Las palabras adquieren distintas connotaciones, dependiendo de las circunstancias en que sean pronunciadas  escuchadas, escritas o leídas. En lo personal, me es mas fácil y natural escribir algo que decirlo. Me es mas practico, menos comprometedor, mas interesante. Me permite clarificar mis pensamientos de forma mas pausada, mas tranquilo, mas a mi estilo. Las palabras tienen un poder indescriptible según sea el contexto en que se manifiesten. Hay palabras que hieren. Palabras que inmutan. Palabras que enamoran. Palabras que enfurecen. Hay palabras que describen de manera perfecta lo que representa una persona y hasta un lugar, un pueblo o una situación especi

Alvaro Saborío, delantero costarricense y titular indiscutible de la selección mayor de Costa Rica desde el 2005, es uno de los goleadores más importantes (por no decir que el mejor) que se ha formado en el fútbol costarricense. Sabo, como se le conoce popularmente en el ambiente futbolero es un centro delantero que inició su carrera en el Deportivo Saprissa, el club de fútbol más importante de Centroamérica y catalogado por la Federación Internacional de Historia y Estadísticas del Fútbol (IFFHS), como el "equipo del siglo" en CONCACAF, equipo con el que logró marcar 95 goles en tan solo 3 termporadas, siendo el mejor promedio de goles alcanzado por un jugador costarricense.     Asimismo, el artillero ha jugado en equipos europeos como el FC Sion de Suiza y el Bristol City de Inglaterra, equipos donde ha dejado su huella de goles de gran factura. Sus olfato goleador se ha hecho presente en copas de oro, eliminatorias mundialistas, mundial de clubes, copas